Documento de Creación Colectiva

miércoles, 6 de agosto de 2008

CRÓNICA DEL ENCUENTRO (POR UN CIUDADANO)

XI ENCUENTRO DE LA RED IBÉRICA DE
ECOALDEAS: MATAVAVENERO 2008
CRÓNICA DE UN CIUDADANO

1. Prólogo
2. Introducción
3. Aspectos organizativos
4. Comentario Personal


1. PRÓLOGO
Me animé a conocer Matavenero por muy diversos motivos. Uno de ellos fue
sin duda participar en el XI Encuentro de Ecoaldeas de la RIE (Red Ibérica de
Ecoaldeas - 1).

Siendo el primer encuentro de este tipo al que asistía, deseaba
absorber la mayor cantidad de información posible y relacionarme
intensamente con el resto de asistentes. Una semana escasa antes del
comienzo, comenté vía email a uno de los organizadores (facilitadores) que
me gustaría hacer algún tipo de reportaje sobre el mismo; así tendría buena
excusa para satisfacer mi curiosidad y tal vez ayudara a satisfacer la de
algún otro. Resultó que ya había un grupo de trabajo con el tema, y así el
primer día por la mañana nos reunimos cinco personas. Todos teníamos en
mente dejar una constancia gráfica y escrita del evento, aunque nuestras
ideas de cómo hacerlo divergían bastante.
Acordamos tomar el mayor número posible de notas sobre los talleres, que
nos repartiríamos, con el fin de reunir un crisol de informaciones y
perspectivas con las que un grupo de trabajo posterior elaboraría un
dossier, manual o algo. Fue por tanto un trabajo bastante individual y con
una coordinación escasa, pero que bajo el lema “dejemos que fluya”
invitamos a todos y cada uno de los asistentes a contribuir con la obra a su
manera. Muchos se animaron.

1 - Para más información sobre la Red Ibérica de Ecoaldeas consultar su web
www.ecoaldeas.org y en el apartado “presentación de la RIE” de este trabajo.


Desde Matavenero me dicen que actualmente, el proyecto ha avanzado
mucho y en la web de Matavenero pueden encontrarse la mayor parte de
las contribuciones. Como ignoro la forma final del trabajo común, pretendo
escribir algo estructurado en sí mismo. Ya habrá tiempo para trocearlo,
cortarlo y pegarlo en esa obra indefinida en la que tanta ilusión depositamos
y que engendró tantas expectativas. Sea cual sea el resultado, el camino en
si mismo valió la pena.
Siento el retraso con que envié estas líneas, así como lo incompleto y
parcial de las mismas. No puedo asegurar que todos los datos aquí
recogidos sean correctos, sino sujetos a los errores del común de los
mortales. Recomiendo contrastar esta información con el resto de trabajos y
sobre todo consultando a las distintas fuentes.
Muchísimas gracias a todos lo que hicieron posible de alguna manera que
tal encuentro fuera posible.

2. INTRODUCCIÓN

Hacía ya varios años que Matevenero querían hospedar en su aldea un
encuentro de la RIE. En el 2008 se materializó este deseo y creo que hablo
por la mayoría de asistentes, al decir que su pueblo y sus gentes fueron
unos excelentes anfitriones.
El lugar…

Matavenero es un precioso pueblo de la montaña leonesa. Hace casi 20
años fue repoblado como iniciativa de un grupo de personas afines a la
filosofía Rainbow. Su idea era hacer realidad su forma de vivir en un sitio
estable, y tras una larga búsqueda, encontraron un paraje suficientemente
aislado como para hacerlo realidad. Vivieron durante años en tipis indios,
hasta que poco a poco y con serias dificultades de abastecimiento,
construyeron y reconstruyeron viviendas.
A lo largo de los años, la forma de vida primigenia, sin propiedad privada
entre otras cosas, fue cambiando ante las dificultades y la llegada de otras
personas. La mayoría se marchó a otro lugar. Su legado sin embargo, aun
permanece vivo, así como los aires de libertad y tolerancia que respira el
valle.

Actualmente el pueblo es habitado por unas 70 personas, muchos de ellos
niños. Tienen luz eléctrica en lugares comunes y en algunas viviendas por
medio de placas solares, un teléfono y un teleférico artesanal para cargas
entre otras comodidades. Las viviendas y huertos privados, también algunos
negocios, pero hay muchos trabajos y espacios comunes y las decisiones se toman en asamblea.

El lugar sigue siendo inaccesible en coche y en invierno puede resultar
prácticamente imposible entrar o salir. La dureza de la montaña sin
embargo, no ha minado el ánimo y alegría de éstos que la eligieron como
forma de vida.

El evento…
El encuentro anual de la Red Ibérica de Ecoaldeas es posiblemente el
evento más sonado de la red. Supone un punto de encuentro para los
“ecoaldeanos” y para todos aquellos interesados en su proyecto. Un
intercambio de experiencias y perspectivas realmente humano.
El concepto “Ecoaldea” no es algo cerrado, sino abierto a aquellas
comunidades rurales que pretenden una forma de vida más ecológica
(entendida de marea amplia) y basada en la toma colectiva de decisiones
(actualmente hay 6 o 7 ecoaldeas en la red, algunas fluctúan, aparecen y
desaparecen como tal). También a personas y colectivos, como los
fundadores Selba y Ecohabitar, que quieran trabajar en común. El objetivo
de la red es sostener este tipo de formas de vida, conocerse y apoyarse.
Este año la red tomará forma jurídica como asociación para facilitar el
acceso y ejecución de nuevos proyectos.
En el encuentro hubo representación física de 4 ecoaldeas y de varias
asociaciones y colectivos afines. Ignoro el número exacto de participantes
final, pues unos llegaron después y otros marcharon antes. Tengo entendido
que rondamos los 300.

3. ASPECTOS ORGANIZATIVOS

La víspera del encuentro la actividad frenética de sus habitantes y algunos
de los más de voluntarios transmitía cierto nerviosismo. Nunca antes se
hubieron enfrentado a un reto de estas características. Los organizadores,
llamados facilitadores, cubrieron las distintas funciones logísticas, medicina,
comida, niños, zona de acampadas, teleférico, voluntarios, coordinación...
Ya que el encuentro es autogestionado y organizado por los participantes,
no era labor del anfitrión preparar talleres o actividades. Por medio del
email, los facilitadores acogieron las diferentes propuestas y las
acomodaron lo mejor posible a un horario tan apretado. Una vez allí,
también fue posible organizar cualquier actividad.

El precio del encuentro fueron 30 euros por anticipado y 35 in situ (20 para
el pueblo organizador y 10 para la RIE). La comida 15 euros por persona y
día, desayuno comida y cena. Los participantes que organizaron talleres no
pagaron la inscripción, tampoco los niños. Aquellos participantes que lo
quisieron pudieron contribuir con horas de trabajo para pagar la inscripción
o las comidas. Los voluntarios, que estaban inscritos desde el principio
como tales, pagaron en exclusiva con su trabajo.
Los participantes empezaron a llegar el jueves 7. El parking más cercano
estuvo cerrado al tráfico, reservado para caravanas y vehículos de
abastecimiento, así que debía andarse unos minutos hasta el teleférico,
donde era posible transportar sus cargas y otros tantos desde ahí hasta el
pueblo.

Hubo dos zonas de acampada, provistas de agua potable y no potable,
lavaderos, ducha y compostoilet (letrinas). Para aquellos que por salud o
edad las cuestas del lugar no eran aconsejables, fue posible alojarse en
algunas viviendas o en la cocina común.
La comida fue ovo-lacteo-vegeteraniana. A destacar el buffet libre del
desayuno y la gran calidad general de comidas y cenas. Aunque no hubo
muchos alimentos originados en el pueblo pudimos disfrutar del pan de
Lakave o de las hortalizas de Biosegura.

Existió venta de agua envasada para aquellos que la prefirieron al agua de
manantial que abastece el pueblo. También se vendieron platos y cubiertos
para aquellos que los necesitaron.
Todas las comidas fueron anunciadas por la llamada de caracolas tan
habitual en el pueblo. Las mismas que avisarían en caso de peligro por
fuego u otras razones.
Los posibles problemas de salud pudieron acudir a un grupo, identificados
con el color naranja, de especialistas.

En la recepción, además de formalizar la inscripción, se encontraba el
tablón de actividades donde se pegaron las mismas según horarios y
lugares. Tambiénhubo un mapa del pueblo y espacios comunes. Todos los
participantes recibimos un colgante de madera con nuestro nombre. Esto
último fue realmente práctico, fomentando el enorme y enriquecedor
encuentro entre todos los asistentes.

Las zonas para los talleres convencionales fueron dos salas espaciosas en el
pueblo, un precioso claro a la sombra de castaños, la escuela, el bosque de
la dragona (zona de niños) y el espectacular dom (Estructra de cúpula Geodésica)
de reciente construcción, excelente para la música y los círculos de encuentro.
Los círculos de encuentro era el espacio en el que a principio de cada día,
los participantes se reunían, tocándose temas organizativos y
convivencia, qué talleres tendrían lugar esa jornada, así como cualquier tipo
de cuestiones. Al final de estos hubo alguna actividad grupal.
Los horarios, vagamente respetados estuvieron en sintonía con el ambiente
distendido del encuentro y todas las actividades pudieron ser realizadas.


ENCUENTROS
Los Encuentros fueron el punto de encuentro de todos los participantes del
Encuentro de Ecoaldeas. Por la mañana, después del desayuno nos
reunimos en círculo dentro del dom para hablar de aspectos organizativos,
logísticos, realizar propuestas, tomar decisiones, informar de las
actividades, hacer alguna dinámica de grupo, presentarnos o despedirnos.
En cada uno de los encuentros realizamos alguna actividad. El primero fue
de presentación, con una ronda de nombres y gestos. En el segundo,
acabamos cantando un om, para algunos fuera de lugar, demasiado largo o
maravilloso para otros. En el encuentro de despedida cantamos de nuevo
om y nos dimos un enorme abrazo colectivo bastante emotivo.
En el último encuentro, pareció evidente que aquellos días habían sido una
fantástica experiencia para la gran mayoría. Entre las decenas de
agradecimientos y miles de aplausos existió alguna voz crítica que acusó de
manipulación para con los niños, se escuchó, pero no pareció ser
compartida. Si hubo más gente que apuntó que los niños y la educación no
habían sido tan centrales como el tema del encuentro sugería.
A pesar de las luces y sombras, creo que la gran mayoría disfrutamos
mucho del Encuentro de Ecoaldeas y tendremos un muy grato recuerdo de
aquellos días. Por no hablar de las nuevas redes que se crearon, el
intercambio de conocimientos y experiencias y de la esperanzadora
sensación de que no estamos solos, ni locos, al creer que otro mundo es
posible.


4 COMENTARIO PERSONAL
Cada vez más gente somos conscientes de los graves problemas de nuestro
mundo globalizado. Las guerras, el hambre, la precariedad, el deterioro del
planeta, la deshumanización de las relaciones personales o el agotamiendo
de recursos naturales, difícilmente pueden ser paliados por gobiernos o
instituciones incluso si existiera un verdadero compromiso además de
buenas palabras.
Los individuos de todo el mundo somos corresponsables en mayor o menor
medida del futuro que dibujamos. Parece necesaria una mayor consciencia
global y cooperación en virtud de formular alternativas reales antes de que
sea demasiado tarde o las opciones sean mucho menores.
Las ecoaldeas, entendidas como se han descrito en este trabajo, pueden ser
una alternativa muy interesante. Descentralizar y desconcentrar el poder y
los territorios en pequeños nucleos posibilitan medios de decisión más
horizontales, un mayor grado de autosuficiencia, una mayor sostenibilidad
ecológica o justicia social. La creación de redes entre estos asentamientos,
ayudará al bienestar de estos y a la difusión e influencia de sus
alternativas.
La RIE puede ser una herraminenta útil en este sentido y cabemos muchos
más. La ideología o la espiritualidad no debiesen ser obstáculo para
cooperar si nuestras acciones son compatibles y complementarias. Esa es la
esperanza que deseo compartir con vosotros.

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